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Buscar consejos para tomar un crédito hipotecario es probablemente uno de los primeros pasos que das cuando decides comprar tu primera vivienda. No es para menos: elegir un crédito hipotecario adecuado puede marcar una gran diferencia en tu presupuesto, tu tranquilidad y tus proyecciones a futuro.
Además, es importante tener presente que, al contratar este tipo de financiamiento, deberás asumir ciertos seguros obligatorios, como el de desgravamen y el de incendio, los cuales pueden contratarse con la misma entidad financiera o con un tercero.
En este artículo te explicamos, de forma clara y cercana, todo lo que necesitas saber sobre cómo evaluar un crédito hipotecario y entender el proceso paso a paso. También abordamos cómo complementar tu renta y qué detalles no deberías pasar por alto si estás comenzando.
Un crédito hipotecario es un préstamo de largo plazo otorgado por una institución financiera para comprar, construir o mejorar una propiedad. Está garantizado con una hipoteca sobre el inmueble, lo que significa que si no se paga, el banco puede reclamarlo como forma de pago.
Este tipo de financiamiento permite acceder a montos altos, pero también implica un compromiso que puede extenderse por décadas. Por eso, es fundamental comprender todos sus componentes: monto financiado, tasa de interés, plazos disponibles, seguros asociados y el Costo Total del Crédito (CTC).
Elegir el crédito adecuado no depende solo de la tasa más baja. Aquí te dejamos algunos puntos clave para saber cómo evaluar un crédito hipotecario:
Puede ser fija, variable o mixta. Las tasas fijas entregan estabilidad durante todo el plazo del crédito. Las tasas variables fluctúan con el mercado, y las mixtas combinan ambas modalidades. Evalúa cuál se ajusta mejor a tu perfil de riesgo.
En Chile, los plazos suelen ir desde 15 hasta 30 años, aunque actualmente algunas entidades ofrecen créditos hipotecarios de hasta 40 años. Ten en cuenta que, mientras mayor el plazo, menor será el dividendo mensual, pero mayor el costo total en intereses.
Recuerda que la edad del solicitante al momento de solicitar el crédito también influye en la duración máxima posible, ya que muchas entidades establecen un límite de edad al finalizar el período del préstamo.
Además, el crédito hipotecario no es un compromiso inamovible: puedes portar tu crédito a otra institución financiera, refinanciar o renegociar condiciones si las tasas del mercado cambian a tu favor. Esto permite adaptar tu financiamiento en el tiempo, según tus necesidades y objetivos.
El CAE integra todos los costos del crédito (interés, seguros, notaría, impuestos). Es la mejor forma de comparar entre ofertas, incluso si la tasa base parece atractiva.
Se recomienda que el dividendo mensual no supere el 25% de tus ingresos. Esta proporción permite mantener una buena salud financiera sin comprometer tus gastos esenciales ni tu capacidad de respuesta ante imprevistos.
A continuación, te explicamos los pasos del proceso de solicitud de un crédito hipotecario:
Antes de tomar una decisión, simula tu crédito en al menos tres instituciones. Considera no sólo la tasa de interés, sino también el CAE (Carga Anual Equivalente), los seguros incluidos y los costos asociados.
Este paso te permite saber cuánto podrías financiar según tus ingresos y perfil. Aunque no es vinculante, te da claridad para negociar con la inmobiliaria o elegir una propiedad acorde a tu presupuesto.
Deberás reunir una carpeta con documentos como tus liquidaciones de sueldo, certificado de cotizaciones, contrato de trabajo, certificados de deuda y propiedad, entre otros.
La institución financiera revisará tu historial y capacidad de pago. Si todo está en orden, aprobarán el crédito e iniciarán la tasación del inmueble y el análisis legal de los títulos.
Una vez aprobado, se firma la escritura hipotecaria ante notario y se inscribe la propiedad a tu nombre. Luego, se desembolsa el monto acordado y comienzan los pagos mensuales.
Si tus ingresos no alcanzan para obtener el monto que necesitas, existe la opción de complementar renta. En Chile, esto se puede hacer con un cotitular o codeudor solidario (como tu pareja, familiar o socio), sumando los ingresos de ambos para aumentar la capacidad de pago.
Es importante que quien te acompañe en esta figura cumpla también con los requisitos básicos: contrato de trabajo vigente, ingresos formales, buen historial crediticio y estabilidad laboral.
Complementar renta puede abrirte la puerta a mejores condiciones de financiamiento o permitirte acceder a una propiedad de mayor valor. Eso sí, recuerda que ambos serán responsables del pago del crédito, lo que implica un compromiso conjunto.
Antes de comprometerte con un crédito hipotecario, tómate un momento para mirar el panorama completo. Ya conoces el proceso, pero hay algunos aspectos clave que pueden ayudarte a tomar una decisión aún más informada:
Una vez tengas la pre-aprobación de tu crédito hipotecario y avances con los trámites obligatorios -como los seguros y gastos operacionales-, ya estás en condiciones de avanzar en el proceso de comprar tu propiedad.
En Sinergía Inmobiliaria te acompañamos en esa etapa decisiva, con proyectos pensados para quienes buscan dar el siguiente paso con confianza.
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